La conducta de persecución en perros: una experiencia intrínsecamente gratificante
¿Por qué perseguir es tan placentero para los perros?
La conducta de persecución en los perros —ya sea correr detrás de una pelota, un ciclista, una presa o incluso una hoja movida por el viento— no es solo un comportamiento instintivo. Es una acción que, en sí misma, resulta altamente gratificante. Este fenómeno se conoce como refuerzo intrínseco: el acto de perseguir genera placer, incluso sin una recompensa externa asociada