Comunicación canina: entender a tu perro es más que amarlo, es aprender a «hablar su idioma»
La relación entre perros y humanos es una de las más profundas y antiguas de la historia evolutiva entre especies. Sin embargo, que compartamos hogar, afecto y rutinas no garantiza que nos estemos comunicando de manera efectiva con nuestros perros. La verdadera comunicación implica algo más que hablarle a tu perro: significa saber leer sus señales, interpretar sus emociones y responder de forma coherente. Este artículo, basado en la revisión científica Communication in Dogs (Siniscalchi et al., 2018), explora cómo se comunican los perros con nosotros y cómo podemos mejorar ese diálogo para tener una convivencia más saludable, respetuosa y feliz.
Comunicación visual: el lenguaje del cuerpo
Los perros usan su cuerpo como un instrumento de comunicación extremadamente preciso. Cada parte –la cola, las orejas, los ojos, la boca, la postura– forma parte de un sistema de señales que expresa emociones, intenciones, necesidades o deseos. Algunas de estas señales son sutiles, pero tienen un significado claro para otros perros… y también pueden tenerlo para ti, si aprendes a observarlas.
Lo que dice su cuerpo
- Cola alta y rígida: puede indicar alerta o tensión, dependiendo del contexto. Si además está inmóvil, es probable que el perro esté evaluando una situación que le genera incomodidad.
- Cola baja o entre las patas: señal clara de miedo o intento de apaciguamiento.
- Postura erguida y tensa: indica seguridad o, en ocasiones, una advertencia.
- Cuerpo encogido, orejas hacia atrás y mirada esquiva: expresión de incomodidad, sumisión o miedo.
👉 Ejemplo práctico: imagina que estás por acariciar a tu perro y notas que gira la cabeza, lame su hocico y se encoge ligeramente. Puede que no esté disfrutando ese contacto, aunque tú lo estés haciendo con cariño. Interpretar estas señales te permite respetar sus límites y mejorar vuestra relación.
¿Y los ojos?
En la comunicación entre perros, una mirada directa puede ser interpretada como amenaza. Sin embargo, con los humanos, los perros han adaptado esta conducta: pueden buscar el contacto visual como forma de vincularse o pedir ayuda. Esta mirada sostenida con ojos “suaves” (sin tensión en la frente ni parpadeo rígido) es uno de los gestos más claros de conexión emocional entre humano y perro.
👉 Sabías que…? El contacto visual entre perro y humano puede activar en ambos la liberación de oxitocina, la llamada “hormona del vínculo”, al igual que ocurre entre madres e hijos humanos.
Comunicación auditiva: el poder del sonido
Aunque los ladridos son la vocalización más conocida, no son los únicos sonidos que los perros utilizan:
- Ladridos: varían en tono, duración y frecuencia. Un ladrido corto y agudo puede ser de excitación, mientras que uno grave y prolongado puede expresar alerta o defensa.
- Gruñidos: no siempre son agresivos. Un gruñido suave durante el juego puede ser una invitación a seguir jugando. Lo importante es observar el contexto y el lenguaje corporal.
- Gemidos o lloriqueos: expresión de incomodidad, dolor o una petición urgente de atención.
- Aullidos: pueden ser una forma de comunicación a larga distancia o una respuesta a sonidos como sirenas.
Lo fascinante: los perros también entienden nuestras emociones por la voz
Estudios muestran que los perros pueden distinguir el tono emocional en nuestra voz. Por ejemplo, si usas un tono alegre, es más probable que tu perro te siga en una situación ambigua. En cambio, un tono grave o tajante puede generar una respuesta de retirada o duda, incluso si no hay castigo real.
👉 Reflexión práctica: ¿Cómo le hablas a tu perro cuando le das una orden? ¿Le estás gritando sin darte cuenta? ¿Usas más el tono que el significado? La coherencia entre lo que dices y cómo lo dices es clave.
Comunicación táctil: caricias, sí… pero con consentimiento
Tocar a un perro es una de las formas más comunes que los humanos usamos para expresar afecto. Pero ¿los perros lo interpretan igual?
Aunque para muchos perros las caricias son una fuente de bienestar (y pueden disminuir su frecuencia cardíaca), no todos disfrutan del contacto físico en cualquier momento o de parte de cualquier persona.
Señales de incomodidad durante el contacto:
- Se alejan o intentan evitar el contacto.
- Lamen su hocico repetidamente.
- Se tensan, bostezan o giran la cabeza.
- Muestran la parte blanca del ojo (“whale eyes”).
👉 Consejo ético y afectivo: si tu perro tolera el contacto en vez de buscarlo, quizás no lo disfruta tanto como crees. Respeta su espacio y deja que sea él quien se acerque cuando quiera afecto.
Comunicación olfativa: el lenguaje invisible
Los perros tienen un olfato hasta 100.000 veces más sensible que el nuestro. A través de los olores, obtienen información sobre:
- El estado emocional de otros perros y personas.
- El estado reproductivo.
- La salud, la dieta o la familiaridad.
Los perros incluso pueden detectar cambios hormonales en humanos, como el estrés o el miedo, a través del sudor. Además, se ha demostrado que muestran comportamientos diferentes cuando huelen olores humanos asociados a emociones positivas o negativas.
👉 Aplicación diaria: si has tenido un día estresante, tu perro probablemente lo sabe. Puede acercarse más, mantenerse a distancia o mostrarse más reactivo. Reconocer que también le afectan tus estados emocionales puede ayudarte a darle una mejor calidad de vida.
Comunicación referencial: «mira esto»
Una de las formas más interesantes de comunicación que los perros han desarrollado es el uso de gestos para dirigir la atención del humano hacia algo. Esto se conoce como “comunicación referencial” y puede incluir:
- Mirar un objeto y luego al humano, repetidamente.
- Cambiar de posición para “mostrar” algo.
- Emitir una vocalización al lado del objeto de interés.
👉 Ejemplo real: tu perro quiere salir al jardín. Camina hasta la puerta, te mira, vuelve a mirar la puerta. No es casualidad: te está hablando.
¿Cómo mejorar tu comunicación con tu perro?
✔️ Aprende a observar sin interpretar con prisa.
✔️ Sé coherente en tus señales: lo que dices, cómo lo dices y lo que haces deben coincidir.
✔️ Respeta sus tiempos y su espacio.
✔️ Ofrécele contextos donde pueda expresarse y donde tú también puedas escuchar.
✔️ Recuerda que el vínculo se construye desde la atención mutua.
Conclusión: la clave está en escuchar… con todos los sentidos
Tu perro está hablando contigo todo el tiempo. A través de sus ojos, de su cuerpo, de sus sonidos y hasta de su olor, te cuenta cómo se siente y qué necesita. La pregunta no es si tu perro se comunica contigo, sino: ¿estás dispuesto a escucharle?
Entender su lenguaje no solo mejora la convivencia, también fortalece el vínculo y previene conflictos. Comunicar mejor es amar mejor.
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