Un estudio reciente analiza cómo impactan el bienestar de perros y gatos
En los Países Bajos, la aversión al ruido de fuegos artificiales en perros y gatos es más común de lo que pensamos, afectando su bienestar de diversas maneras. Los animales que sufren de esta aversión pueden quedarse paralizados, esconderse, huir, perder el apetito e incluso aislarse.
Principales hallazgos del estudio de van Herwijnen et al. (2024)
- Exposición temprana al ruido, clave en perros.
Los perros que no tuvieron experiencias de ruido durante su etapa de cachorros son más propensos a temer los fuegos artificiales en la adultez. La habituación a sonidos desde pequeños puede ser una solución efectiva. Sin embargo, solo el 4% de los gatos recibe esta habituación. - Impacto en la calidad de vida.
La aversión al ruido en perros provoca un descenso significativo en su bienestar general. - Importancia de los primeros meses.
Existe poca conciencia sobre cómo las experiencias tempranas moldean la reacción de los perros y gatos a ruidos fuertes. Es esencial educar a tutores y futuros adoptantes sobre este aspecto crucial. - Eficacia limitada de las terapias actuales.
Menos del 30% de las intervenciones comunes (feromonas, medicación) logran reducir el miedo a largo plazo. Esto resalta la importancia de la prevención temprana y los factores genéticos, aunque muchos tutores no los consideran relevantes.
¿Por qué fallan las intervenciones?
El estudio identifica varias razones por las que las terapias actuales suelen ser poco efectivas:
- Falta de personalización. Cada perro tiene una historia, genética y experiencias únicas, por lo que los enfoques generales no suelen ser efectivos.
- Implementación incorrecta. Las técnicas terapéuticas, como medicación o modificación de conducta, requieren constancia y aplicación precisa, lo cual puede ser complicado para los tutores.
- Búsqueda de soluciones rápidas. Intervenciones como consolar al perro o usar feromonas suelen ser insuficientes para resolver el problema a largo plazo.
- Prevención subestimada. Trabajar con criadores y educadores durante las primeras etapas de vida es fundamental para prevenir miedos futuros.
- Complejidad de la fobia al ruido. Esta condición implica aspectos emocionales, cognitivos, fisiológicos y conductuales, lo que exige un enfoque integral que pocas veces se aplica correctamente.
Limitaciones del estudio
Los resultados se basan en informes de tutores, lo que introduce posibles sesgos, ya que no se realizaron observaciones objetivas directas.
Conclusión
Este estudio resalta la importancia de la prevención temprana, la educación de los tutores y el diseño de intervenciones personalizadas para abordar el miedo a los fuegos artificiales. Además, subraya el papel de la genética en la sensibilidad al ruido, especialmente relevante para los criadores responsables.
Referencia:
van Herwijnen, I. R., Vinke, C. M., Arndt, S. S., & Roulaux, P. E. (2024). Firework aversion in cats and dogs as reported by Dutch animal owners. Veterinary and Animal Science, 100402.
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